Sabías que...
Como cualquier otro instrumento de cuerdas, las guitarras producen sonido a través de vibraciones. Las guitarras vibran gracias a la tensión de las cuerdas, que oscilan al ser jaladas por los dedos del intérprete. Las cuerdas transfieren su vibración a la madera del instrumento, el cual proyecta la vibración como sonido.
Las cuerdas lisas o de tonos agudos suelen estar hechas de un metal pulido o de algún material sintético, como por ejemplo nylón o algún otro polímero. En el caso de las cuerdas graves, estas suelen estar hechas de un núcleo de metal, normalmente acero, o de un material sintético, el cual es envuelto con una espiral metálica llamada entorchado. El entorchado suele estar hecho de alambre, y es enrollado sobre el núcleo observando propiedades físicas y mecánicas muy específicas para cada caso. La combinación de materiales y características físicas le otorga a cada cuerda sus propiedades sonoras particulares y su aplicación para un tipo de instrumento en particular.
Los metales que comúnmente se usan para fabricar cuerdas musicales son el acero, el níquel, el bronce, el acero inoxidable, la plata, el aluminio y muchos otros.
Estas delgadas cuerdas son instaladas en el instrumento y son estiradas sobre el brazo de la guitarra, en donde descansan en un extremo del brazo sobre una pieza hecha de plástico o hueso llamada cejilla, y en el otro extremo, en el cuerpo de la guitarra, sobre una pieza hecha de hueso o de metal llamado puente. Estas dos piezas hacen que la cuerda vibre únicamente en el tramo entre el puente y la cejilla, lo cual permite afinarlas con precisión.
Cuando el intérprete jala la cuerda con los dedos, ésta vibra a lo largo de toda su longitud a una frecuencia muy particular; este patrón de vibración produce una nota musical. Sin embargo, el sonido producido por las cuerdas no es lo bastante fuerte como para ser escuchado por el público en una interpretación; así que el cuerpo del instrumento amplifica ese sonido.
El cuerpo de una guitarra se compone de varias piezas de madera que forman una caja acústica. Las partes delgadas de madera captan las vibraciones con facilidad y la forma de la caja permite que la madera transfiera las vibraciones al aire en su interior creando así el sonido. El aire en vibración es forzado hacia afuera por la boca de la guitarra la cual amplifica el sonido al exterior alcanzando un volumen alto y penetración en el aire suficiente para a los escuchas a varios metros de distancia.
Una cuerda musical solo puede ser afinada en cierta nota debido a su fuerza limitada. Así que lo que se necesita para producir diferentes notas es cambiar instantáneamente la longitud de la cuerda, lo cual se logra pisando la cuerda en un punto y acortar así el tramo de cuerda que está vibrando. Esto cambia la frecuencia de vibración y por consiguiente la nota musical producida.
Las guitarras usan trastes, los cuales son piezas de metal pegadas al brazo de la guitarra a intervalos calculados matemáticamente. Dichos trastes se usan para limitar la vibración de un tramo de la cuerda y permitir la vibración del otro tramo cuando el musico presiona la cuerda contra el traste. Así, los trastes permiten tocar cualquier nota en cualquier combinación.